miércoles, 8 de febrero de 2012

Cosas de niños...

Cuando echo la vista atrás unos cuántos años y me paro a pensar en la época de mi infancia siento nostalgia y dulzura.
Nostalgia porque sé que esos tiempos jamás podré volverlos a vivir y aquella época para mi fue mágica, solo por el simple hecho de ser niña.
Y dulzura porque no hay nada más bonito que cómo se comporta un niño. Cuando eres niño ves el mundo totalmente distinto desde un punto de vista completamente inocente, puro, sin maldad alguna y sin responsabilidades.


En esos momentos un niño es incapaz de pensar que alguien hizo algo con maldad, que el mundo en el que vivimos es materialista y se rige por dinero ó lo cruel que puede llegar a ser la gente.
En esa época todos los pensamientos están cargados de positividad, de alegría, de dulzura, de amor, de inocencia. Todavía sus pensamientos y sus actitudes son espontáneos, apenas se plantean las cosas y lo mejor de todo sus actos prácticamente no van a tener influencia sobre nada ni nadie, a excepción de sí mismos. Por ello es en la única etapa de nuestra vida en la que los hechos no repercuten y en la que más libres nos mantenemos en cuando a pensar, y además de una manera inocente y virgen.



En esa época es cuando vivimos libres de responsabilidades y preocupaciones, todo lo más que nos inquieta es si esa tarde bajaremos al parque, o si mañana podré ir a casa de mi amiguita a jugar...
Y admiro la capacidad que tenemos de pequeños de interpretar cada una de las cosas a nuestra manera con explicaciones totalmente distintas a las que son, pero válida como cualquier otra.
Otros puntos a destacar en los niños es su gran fantasía, tienen una capacidad estupenda para de un momento a otro sean capaces de meterse en una historia de dragones, princesas y duendes.
Además son increíblemente cariñosos porque te dan todo a cambio de nada, no tienen rencor y te enseñan a ver la vida de otra manera, y la cualidad que más me sorprende es que su cerebro es como una ''esponja'' con el que todo lo aprenden rapidísimo, lo que a nosotros nos costaría años ellos lo aprenden en cuestión de meses.


La verdad es que para mi los niños son un mundo y no hay nada tan tierno como ellos. Prometo llevar esa niña siempre en mi interior y me quedo para siempre con el recuerdo de mi infancia cuando todo era sencillo, tan inocente, tan divertido y sin responsabilidades, en esa época de la vida en la que si en algo te equivocas las madres siempre te pueden excusar una frase:



Cosas de niños...

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