Así que empiezas a indagar en tu interior, a analizar cada uno de sus actos, de sus reacciones, de sus miradas, de sus palabras, de sus ganas de estar contigo. Quieres saber porque te quiere, que es lo que piensa de ti, si realmente aunque no este a tu lado siente como tú la necesidad de estarlo, si le gusta su compañía y aunque no existan palabras te busque con la mirada, si cuando estás mala tiene ganas de estar contigo para cuidarte, y saber si cuando las cosas vayan mal o que incluso nadie te crea él este allí.
A veces por mucho que intentas buscar una respuesta, no llega, no sacas nada en claro y estás cansada de buscar respuestas y no encontrar. Así que pones en una balanza en un lado lo que vale él y la recompensa que tienes, y en otro lado si merece la pena estar pensando si te quiere o no, y como yo soy una persona muy visceral, me decanto por dejar esas dudas para los momentos dificiles, apartarme de esos pensamientos negativos, intento creer en él como el primer día y disfrutar de él cada segundo.
Siempre le echo de menos...
Quiero tenerle entre mis brazos las 24 horas, que sea lo último que vea cuando me acuesto, y lo primero por la mañana, quiero ver como hace las cosas, como se desenvuelve en cosas tan simples y cotidianas como hacer la cama, ir a la compra o ver la tele, quiero compartir todo mi tiempo con él, hacerle reir, que me susurre al oido, sentir su aliento en mi cuello, que me bese y mientras me acaricia, que me extremezca, que me vuelva loca de una vez.
Así que la pregunta de si es física o química me la dejo para las clases de naturales, y mientras lo tenga lo voy a disfrutar hasta hartarme. Mientras tanto, en su espera, ahora con la primavera, me quedaré tirada en el cesped del parque deshojando margaritas, dandome el sol en la cara con mis gafas de sol de la marca Ray Ban e imaginando un mundo con él♥
Te quiero y desde el día que te conocí, me enamoré.
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